Médica de vocación

“Desde que tengo 5 años supe que quería ser médica. En mi familia nadie es médico, es más, soy la primera en terminar una carrera universitaria, que creo que me eligió más a mí, que yo a ella. Se nace con esta vocación”, afirma la Dra. Romina Barrios. Graduada de la carrera de Medicina de la Sede Rosario desde 2012, asegura que desde el primer día en la UAI, supo que sería su “segunda casa”.  La Dra. Barrios se encuentra realizando su residencia en gastroenterología en el Hospital Córdoba de la capital mediterránea, y recientemente formó parte del equipo médico que presentó la mayor cantidad de trabajos científicos en el Congreso Nacional de Gastroenterología y Endoscopia Digestiva desarrollado durante el pasado mes de septiembre en Rosario.

 

- ¿Cuál ha sido tu experiencia como alumno de la Casa?

- Mi experiencia fue increíble, con altibajos como cualquier otra carrera, pero siempre hacia delante por un mismo objetivo. Lo primero que se me viene a la cabeza cuando me preguntan qué destaco de la UAI, es la humanidad. Creo que aprender de personas tan humanas, hace que nuestro desempeño como profesional sea transparente, sincero.  Sin dejar de lado la sólida formación con la que nos recibimos.

 

- ¿Cuáles son tus objetivos profesionales?

- Mi principal objetivo pasa por finalizar la subespecialidad que estoy haciendo y seguir en formación, ya sea a través de pos grados, fellows, cursos, etc. La medicina es muy dinámica y no podemos quedarnos solo con lo que sabemos hoy. Deseo ser muy buena en lo que hago, no por egocentrismo ni reconocimientos, sino por y para la sociedad, tratar de ejercer lo mejor que pueda, sin importar con los recursos que cuente. Y eso se logra perfeccionándonos.

 

- ¿Por elegiste la gastroenterología, y donde completas la especialidad?

- Elegí gastroenterología porque cuando estaba formándome en la residencia de Clínica Médica, en los últimos años se rota por varias especialidades y cuando me tocó rotar por la misma, que te puedo decir… fue amor a primera vista. Dije, “esto es lo que quiero hacer toda mi vida”. Mezcla entre consultorio, estudios invasivos, casuística, me sentía en Disneylandia. Y así fue que la elegí. Estoy haciendo la especialidad en el Hospital Córdoba, con un gran servicio, mucha casuística, y excelentes formadores.

 

Recientemente participaste de un trabajo conjunto presentado en el Congreso Nacional de Gastroenterología y Endoscopia Digestiva, ¿en qué consta el mismo?

- Allí tuvimos la suerte de presentar 8 trabajos científicos, fuimos los que más escritos presentamos de la ciudad de Córdoba. Los profesionales intervinientes trabajamos en todos los casos, ya que los pacientes los compartimos entre todos, aunque cada uno se encargó de confeccionar uno en especial. Mi caso se trataba de una paciente de 20 años, con antecedentes de síndrome convulsivo en estudio, y reciente tratamiento con Lamotrigina (un medicamento utilizado para la epilepsia).

El paciente consultó por un extraño tipo de erupción que compromete casi toda la superficie corporal, acompañado de mucositis, fiebre, cefalea y poliadenopatías de 5 días de evolución. Motivo por el cual nos interconsultan, y se le realizan múltiples estudios complementarios, como laboratorios, serologías virales, autoinmunes, imágenes, biopsias etc., hasta que se la engloba dentro de Síndrome de Dress (Drug Rash with Eosinophilia and Systemic Symptoms), cuyos síntomas sistémicos incluyen la alteración del hepatograma que puede llevar a fibrosis hepática, e incluso al fallo agudo del hígado con requerimiento de transplante. Pese al diagnóstico y la terapéutica precoz, la clínica del paciente persistía, lo que nos llevó a presentarlo en múltiples ateneos, incluso antes dicho congreso, para replantearnos el diagnóstico y tratamiento.

 

-  ¿Qué repercusiones tuvo en la comunidad médica?

- En la devolución que recibí me dijeron que tenía que enviarlo a un reconocido especialista en hepatotoxicidad de la ciudad de Rosario, el Dr. Fernando Bessone, para ser informado como reporte de caso y ser presentado en alguna publicación, ya sea nacional o internacional, lo cual sería una orgullo para mí.