Fuerte brote de Gastroenterocolitis

A raíz de la última manifestación de gastroenterocolitis en la Provincia de Buenos Aires, la Cátedra de Microbiología de la Facultad de Medicina elaboró un escrito para la Comunidad en general, con el objetivo de que la sociedad pueda acceder de forma clara y precisa a los aspectos más importantes de este evento.

El conocimiento de estos aspectos, a saber, como la definición, descripción del agente infeccioso involucrado, forma de transmisión, síntomas frecuentes y tratamiento, permitirá a los lectores elaborar estrategias para la prevención y generar un estado de alerta ante los primeros síntomas, que permitirá un diagnostico precoz a fin de implementar el tratamiento adecuado e interrumpir la cadena de transmisión.

Gastroenteritis

La gastroenteritis es la inflamación del tubo digestivo secundaria a una infección viral o bacteriana. El mayor peligro de esta enfermedad es la deshidratación sobre todo en el caso de bebés, niños pequeños, adultos mayores y personas inmunodeprimidas. Dentro de las bacterias que más causan gastroenteritis se encuentra Shigella spp, la cual es una bacteria altamente enteroinvasiva, su hábitat es el colon y el principal reservorio es el humano.

Las especies de Shigella son muy sensibles a fluctuaciones de temperatura y a condiciones ambientales desfavorables. Sin embargo, son tolerantes a pH bajos, por lo que unas pocas bacterias pueden soportar la acidez del estómago y luego colonizar el tracto digestivo. La bacteria sobrevive durante mucho tiempo en alimentos a temperaturas de heladera, en alimentos cerrados al vacío y en el agua. Es sensible a las temperaturas de cocción de los alimentos, pero bajo ciertas condiciones puede sobrevivir en los alimentos por largos períodos si la temperatura se mantiene en 25°C.       

Transmisión

Se transmite a través del contacto directo o indirecto de agua y alimentos contaminados con materia fecal de personas infectadas, plagas (moscas), o por falta de higiene del manipulador durante la preparación de los alimentos. La mayoría de los casos ocurren en niños menores de 10 años. 

La shigelosis es endémica en climas tropicales y templados, y muestra una fuerte estacionalidad, siendo más común su incidencia en verano que en invierno. Los síntomas pueden variar pero en general incluyen, diarrea (inclusive con moco y sangre), dolor abdominal, náuseas, vómitos y fiebre (en algunos casos).

Prevención

El principal modo de control de la shigelosis es la prevención, mediante el uso de agua segura, un adecuado sistema de saneamiento, red de abastecimiento de agua potable, red cloacal efectiva y buenas prácticas de higiene durante la manipulación de alimentos.

Las recomendaciones para prevenir el contagio de Shigella través de los alimentos son, el lavado de los alimentos que se consumen crudos, en especial las frutas y verduras; cloración del agua cuando no es segura, mediante dos gotas de lavandina por cada litro; si no se dispone de suministro seguro de agua potable es conveniente hervir agua y que se utilice para la preparación de alimentos.

Las prevenciones más importantes para el control del contagio de persona a persona son, el lavado minucioso de manos con agua y jabón después de ir al baño; cada vez que se cambien pañales, se debe disponer de los pañales usados en un recipiente de residuos con tapa, desinfectar el área con lavandina diluida u otro bactericida y lavar las manos del niño.

Tratamiento

El objetivo del tratamiento es prevenir la deshidratación, garantizando que el cuerpo tenga suficiente agua y líquidos. Por ende hay que reponer los líquidos y electrólitos, sal y minerales, perdidos en la diarrea y vómitos. Por lo general, no se administran medicamentos para detener la diarrea, ya que pueden provocar que la infección tarde más en desaparecer. Aunque, los antibióticos pueden ayudar a acortar la duración de la enfermedad y a impedir que se disemine hacia otras personas que viven en grupos o en guarderías. También se pueden recetar para pacientes con síntomas graves.

Por otra parte, los lactantes deben seguir tomando leche materna junto con los líquidos adicionales. En ciertas ocasiones cuando no se tolera la hidratación por vía oral, el paciente puede ser internado para el aporte de líquidos. En todos los casos es importante que la persona afectada ingiera líquidos para evitar la deshidratación.

Muchas veces, la infección es leve y desaparece espontáneamente. La mayoría de los pacientes, excepto los niños desnutridos y los que tienen sistemas inmunitarios debilitados, se recuperan por completo.

Aunque también existen posibles complicaciones, que pueden abarcar, deshidratación grave; síndrome urémico hemolítico (SUH), una forma de insuficiencia renal con anemia y problemas de coagulación y artritis reactiva. Aproximadamente, 1 de cada 10 niños con enteritis por Shigella grave desarrollan problemas neurológicos, como convulsiones febriles, también llamada "convulsión o crisis epiléptica con fiebre", cuando la temperatura del cuerpo se eleva rápidamente y el niño tiene convulsiones, o una enfermedad cerebral (encefalopatía) con dolor de cabeza, letargo, confusión y cuello rígido. Por lo cual, hay que disminuir velozmente la temperatura del niño con medicación indicada por el pediatra y con medios físicos.

El trabajo escrito estuvo a cargo de la Dra. Susana Carnovale, quien es Profesora Titular Permanente; y de la Dras. Silvia Relloso Karla Bendezú, Profesoras Adjuntas Permanentes.