Formación para la inclusión social

Las carreras de Administración y Contador Público de la Sede Rosario, junto al Centro de Integración Libre y Solidario de Argentina (CILSA), han llevado adelante un proyecto de formación sobre “Herramientas administrativas y contables al servicio de la inclusión”, con el fin de contribuir al desarrollo de competencias y habilidades, mediante capacitaciones multiformato, para favorecer la consolidación de los microemprendimientos que se han comenzado a gestar entre los miembros de esta organización no gubernamental.

Esta iniciativa de la UAI se alinea directamente con la visión que guía las actividades que emprende CILSA para promover la inclusión plena de personas con discapacidad y sectores marginados de la sociedad como niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad social, con el fin de vencer barreras ideológicas y lograr una sociedad sin discriminación y con igualdad de oportunidades.

“Las capacitaciones dictadas fueron consensuadas con la referente de la institución, María José Draperi (Coordinadora regional de programas sociales de CILSA), ya que conoce las necesidades específicas, siendo la única limitación lo referente al conocimiento administrativo y/o contable”, asegura la Mg. Yohana Noguera López, directora de la Licenciatura de Administración.

La intervención estuvo compuesta por talleres, webinarios, asesoramientos y mentorías que se realizaron de forma híbrida, tanto en las instalaciones de la propia ONG, como de forma virtual para permitir la participación de personas de otras partes del país. Estas capacitaciones giraron en torno a las herramientas administrativas y contables para que los emprendedores puedan consolidar y hacer autosostenibles sus ideas de negocio.

Los destinatarios del proyecto fueron, en su mayoría, mujeres de entre 18 y 45 años con discapacidad y/o en situación de vulnerabilidad social, referenciadas a uno de los siete centros de formación de CILSA en Argentina (Rosario, Santa Fe, Córdoba, La Plata, Mar del Plata, Mendoza y Ciudad de Buenos Aires). Por ello, las capacitaciones se planificaron con el objetivo de mejorar a futuro sus condiciones de vida y sus posibilidades de desarrollo laboral, fundamentalmente en la potenciación de microemprendimientos y en la adquisición de conocimientos informáticos.

 

Un proyecto con responsabilidad social

Emprender, como una forma de generar autoempleo o empleo independiente, se ha generalizado de forma significativa en los últimos tiempos, para favorecer la inclusión laboral y la activación de las poblaciones en edad de estar económicamente activas”, señala Noguera López y añade: “Ahora bien, la dificultad mayor de los emprendimientos no tiene que ver con gestar ideas e implementarlas en un primer momento, sino en darle a éstos la continuidad que permita superar el valle de la muerte, estimado en 3 años, y con el paso del tiempo lograr la autosostenibilidad”.

Por su parte el Mg. Alex Padován, director de la carrera de Contador Público, expresó que “este proyecto buscó proveer de herramientas administrativas y contables a los microemprendedores de CILSA o a quienes formen parte de la organización, para dejar capacidades instaladas que les permitan consolidar su actividad, y generar y administrar los recursos económicos de una manera efectiva y conveniente”.

Los tópicos abordados estuvieron vinculados al estudio de las estrategias de marketing, el apoyo en cuestiones legales e impositivas, los cálculos de costos, los diferentes métodos de pago, el modelo de negocios, el establecimiento de metas, presupuesto, ahorro y crédito, y las formas de monitoreo de la rentabilidad del emprendimiento.

Los esfuerzos en la internalización de los ejes temáticos propuestos se orientaron al desarrollo de una conciencia social, para comprender las diferentes necesidades el entorno y las posibles alternativas de abordaje, incorporando competencias de aprendizaje de la carrera de modo que cada voluntario pudiera apropiarse de contenidos técnicos y realizar el proceso de facilitación a otros.

Para cumplir con el proyecto, las carreras intervinientes relevaron el interés de graduados y alumnos que quisieran participar en actividades de extensión a la comunidad, más específicamente de voluntariado social, siendo los operadores del proyecto, siempre con la supervisión de un docente. En este sentido, la coordinación recayó en Noguera López y Padován, con el compromiso de las docentes Leila Meinero, Florencia Dainotto y Verónica Grigera, y el trabajo de los estudiantes Bruno Pangaro y Noelia Besada.