Rehabilitación para la inclusión social

La Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría se ha sumado a la iniciativa de Hidroterapia propuesta por la Dirección de Deporte Comunitario de la Municipalidad de Rosario en el marco de su proyecto de Bienestar y Ejercicio Físico.

Alumnos de tercer año provenientes de la cátedra de Kinefilaxia acuden, como parte de la residencia, a los diferentes clubes donde se lleva adelante (Remeros Alberdi, Club Atlético Fisherton, Club Atlético Temperley, Echesortu Fútbol Club y polideportivo 9 de Julio) para ayudar a la recuperación física y la integración social de personas que transitan cuadros complejos.

“Surge de un convenio rubricado entre la Dirección de Deportes de la Muni y la UAI”, comenta el licenciado Adrián D’Angela, docente de la carrera y coordinador. “La duración es de 2 meses y se van rotando durante el año dándole continuidad al servicio. Los alumnos están a cargo de un docente en cada pileta y yo soy el coordinador general”, explica D´Angela y agrega: “En la actualidad el proyecto cuenta con cinco piletas distribuidas en distintos puntos de la ciudad para garantizar cercanía en los lugares donde habita el usuario del servicio. Antes del inicio de cada ciclo realizamos, para todos los alumnos de tercero, un Seminario de Introducción a la Hidroterapia”.

Municipalidad de Rosario

 

La atención en salud de las personas que presentan algún tipo de enfermedad incapacitante implica tres tipos de intervenciones: la prevención, la rehabilitación y la integración. Las Naciones Unidas en su “Programa de Acción Mundial para las personas con discapacidad” define a la rehabilitación como un “proceso de duración limitada y con un objetivo definido, encaminado a permitir que una persona con deficiencia o discapacidad alcance un nivel físico, mental y/o social funcional óptimo, proporcionándole así los medios de modificar su propia vida”.

Por ello, este Programa de Rehabilitación en Pileta intenta dar una respuesta paliativa a una de las dificultades que se presentan cuando se aborda el tema de la rehabilitación de personas que han sufrido enfermedades incapacitantes, ofreciéndoles espacios con proyección en la comunidad para favorecer su inserción social.

“La rehabilitación debe ser parte de la atención integral en salud, y no una práctica que implique utilizar tecnología costosa, realizarse en instituciones complejas, ni ser la última etapa de la atención en salud”, considera D´Angela y sostiene que “si los servicios de deporte y salud no incluyen las necesidades funcionales de la población atendida no podrá hablarse ni de efectividad ni de equidad, ya que deja por fuera a las personas que presentan deficiencias, discapacidades y minusvalías”.

“En la ciudad de Rosario, dentro del sector privado, la rehabilitación de personas está sostenida desde intervenciones médicas de mediana y alta complejidad, centralizada en instituciones costosas y con escaso contacto con la comunidad.  Por eso es necesaria la intervención del sistema público”, aclara el coordinador.

         

Las relaciones humanas trascienden el agua

Jazmín Álvarez es alumna de la carrera de Kinesiología y Fisiatría en la Sede Rosario y una verdadera protagonista del proyecto. “Llegamos a la pile de Echesortu porque tocaban las prácticas profesionalizantes. Tuvimos tres meses en pile y dos haciendo hidroterapia”, comenta. Asimismo, afirma que “los fundamentos técnicos de base siempre están, pero lo principal que se percibe son esas relaciones humanas que trascienden el agua”. “Nos hacemos amigos, socializamos. Nos quedamos charlando en el vestuario sobre cómo se sienten, cómo están y qué hicieron en la semana. Eso también es clave en el proceso de recuperación”, sentencia.

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Para Jazmín esta oportunidad es una “experiencia hermosa”, por lo que afirma sin dudar: “Siendo guardavidas y nadadora de toda la vida, el agua es como mi segunda casa, así que no dude en decirle que sí. Para mí fue un esfuerzo que valió totalmente la pena, ya que trabajo y estudio a la vez, intento siempre organizarme y equilibrar mis tiempos sin perder la oportunidad de aprender un poco más”.

 

El agua como medio

Las terapias acuáticas son uno de los métodos de curación más antiguos. Se trata de la utilización del agua como agente terapéutico, en cualquier forma, estado o temperatura. Los tratamientos de hidroterapia pueden incluir diversas técnicas de acuerdo con la dificultad específica.

Está dirigido a niños, jóvenes y adultos que hayan sufrido recientemente enfermedades incapacitantes y que, concluida su rehabilitación en centros de alta y mediana complejidad, pueden mejorar su nivel funcional a través de técnicas de rehabilitación en el agua. Dentro de esta población están incluidas las personas con enfermedades neurológicas moderadas o severas, atrofia espinal, esclerosis múltiple, artrosis, artritis, accidentes cerebrovasculares, patologías de columna o respiratorias, diabetes, obesidad, post traumáticos y quirúrgicos.

“Lo que hacemos es aprovechar los beneficios del agua: la falta de gravedad, la presión hidrostática y la temperatura. Por eso funciona de abril a noviembre, con la pileta climatizada. Para relajar tendones y articulaciones. Los trabajos son individuales, personalizados, y se hacen con relación a la historia de cada paciente”, detalla el profesor D´Angela.

“Este espacio surgió para dar respuesta a todas aquellas personas que terminaban algún tratamiento o sufrían algún evento postraumático. Después de una alta médica relativo se quedaban sin la oportunidad de seguir moviéndose. Lo pensamos para que puedan reintegrarse y continuar con la realización de la actividad física”, remarca.